El baño representa una medida higiénica que permite una buena eliminación del pelo muerto, de las escamas, del polvo y del exceso de seborrea. Para los perros con una piel delicada, es una forma de eliminar los factores de alergia (ácaros, hongos, polen…).
También aprenden a obedecer, aceptar las obligaciones… ¡una sesión educativa en pocas palabras! La clínica veterinaria Eurovet de Peñíscola les aconseja y les ayuda a hacer de este evento, un momento tan agradable como útil.
La piel del perro tiene un pH más alcalino (es decir menos acido) que la del hombre y, por lo tanto, no es conveniente usar champús de humana. Mejor elegir un champú diseñado para la piel y el pelo de nuestras mascotas. Pueden elegir champús más especializados y de mejor calidad como los de la gama dermatológica del laboratorio Virbac:
– el Allermyl en el caso de perros con piel atópica o alergias (acción limpiadora, antiirritante, reestructurante y antiséptica)
– el Sebomild para perros con desórdenes queratoseborreicos (acción limpiadora, antiseborreica, queratolítica y antiséptica)
– el Pyoderm en perros con granitos en la piel para el control de la proliferación bacteriana y fúngica
Pida consejo a su veterinario. Encontraran en la tienda de la clínica Veterinaria Eurovet una gran variedad de champús adaptados a las necesidades de su mascota.
Todo depende del tamaño del animal (los más pequeños, por ser más bajos, se ensucian más de prisa), de la longitud del pelo, de la vida del animal (polución de las ciudades), de sus actividades… ¡y de la calidad del champú! De media, un baño al mes debería ser suficiente.
– Ponle una alfombra antideslizante en el fondo de la bañera.
– Mójalo con agua templada con baja presión para no estresarlo
– fricciónalo con champú (¡ojo, los pelos largos son más delicados!)
– Deja actuar el champú (especialmente, con los champú terapéuticos como los de Virbac) durante 5 minutos… fijándose bien en el tiempo de aplicación
– Aclarar cuidadosamente con mucha agua
– La capa interna de pelo tiene tendencia en retener el agua; por lo tanto, séquelo primero con una toalla para absorber un máximo de agua y luego con el secador con termostato a temperatura media.
No lo dejen secar en el jardín solo, ya que probablemente se revolvería en el suelo (o peor) para intentar quitarse el olor “desagradable” del champú… ¡Tendría entonces que repetir todo desde cero!
Dr. F. Savary